Os hemos presentado, mis queridos hijos, la jurisprudencia del niño musulmán .. La puerta de la pureza En este artículo, te presentaremos la segunda parte de La jurisprudencia de la pureza para el niño musulmán y cómo purificarlo, ya sea con agua o tierra, y cómo purificar después de satisfacer la necesidad, para ser de ayuda a nuestros niños pequeños y acostumbrarlos a la limpieza desde pequeños.
La jurisprudencia de la pureza para el niño musulmán y cómo purificarlo
Purificación se realiza principalmente con agua purificada, pero en caso de pérdida de agua, es permisible hacer tayammum con polvo.
A continuación, aprenderemos acerca de las cosas por las que un musulmán puede purificarse, y son las siguientes:
1- Agua pura
La receta del agua pura es: no tiene color, ni sabor, ni olor.
Está representado por el agua de lluvia, el agua de mar, el agua de pozo y el agua del grifo.
2- Suciedad
Sólo cuando se pierde agua, es permisible usar tierra y tayammum con ella, en lugar de hacer el wudu’ o lavarse con agua.
Pero si el agua acompaña al héroe del timmum, el agua debe ser usada.
3- Todo es puro, rígido, removedor
La limpieza se puede hacer con cualquier cosa limpia, inmaculada, rígida, capaz de eliminar el daño.
Tales como: servilletas, trapos furiosos, papel, al eliminar la impureza del cuerpo cuando istinja, por ejemplo.
Pero si hay agua, usar agua es mejor de todos modos.
En cuanto al que realiza la ablución, y su vestimenta se ve afectada por la impureza de las alcantarillas, por ejemplo, la ablución no es necesaria, sino que sólo quita el lugar de impureza de la prenda.
Etiqueta de la defecación
La defecación tiene una etiqueta que nuestros hijos pequeños deben aprender, que son las siguientes:
- Antes de salir al aire libre, decimos: “En el nombre de Dios, oh Dios, busco refugio en Ti de la malicia y el mal”.
- Es recomendable esconderse mientras se hace sus necesidades.
- Istinja con la mano izquierda, por lo que está prohibido Istinja con la mano derecha, (istinja es purificación).
- Refugiarse en el agua, aunque no esté presente en piedras, papeles, servilletas o cualquier removedor de impurezas.
- Cuando salimos del aire libre decimos: “Tu perdón”.
Por lo tanto, hemos terminado el capítulo sobre la jurisprudencia de la pureza, y hemos aprendido la etiqueta para entrar en el espacio abierto, y las formas en que se puede hacer la purificación después de satisfacer la necesidad, y en el próximo capítulo hablaremos sobre la ablución y el lavado con suerte.